1. Aspecto Ambiental (A)

Nestlé ha asumido compromisos importantes en materia de sostenibilidad ambiental. Su objetivo principal es alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para el año 2050, alineándose con el Acuerdo de París. Para ello, está invirtiendo en energías renovables, transporte más eficiente y agricultura regenerativa.

También ha implementado programas para reducir el uso del agua en sus procesos de producción, especialmente en zonas con estrés hídrico, y ha avanzado en la optimización de envases, con la meta de que el 100% de sus embalajes sean reciclables o reutilizables para 2025.

A pesar de estos avances, la empresa ha sido criticada por su uso excesivo de plásticos de un solo uso y su historial de deforestación asociada a la producción de materias primas como el aceite de palma y el cacao.

2. Aspecto Social (S)

Nestlé tiene un papel activo en cuestiones sociales. Desarrolla programas para mejorar la nutrición, especialmente infantil, y promueve la educación alimentaria en comunidades vulnerables. También mantiene proyectos de apoyo a agricultores locales, ayudándolos a mejorar su productividad y condiciones laborales mediante formación y acceso a recursos.

En términos laborales, Nestlé impulsa la diversidad e inclusión dentro de su plantilla global y ha lanzado iniciativas como el programa “Nestlé needs YOUth” para fomentar el empleo juvenil.

Sin embargo, la empresa ha enfrentado controversias relacionadas con el trabajo infantil en su cadena de suministro, especialmente en la producción de cacao, así como críticas por la comercialización de fórmulas infantiles en países en desarrollo, en condiciones poco éticas.

3. Aspecto de Gobernanza (G)

Nestlé dispone de una estructura de gobernanza consolidada, con un consejo de administración diverso y políticas claras de ética empresarial, transparencia y responsabilidad corporativa. Publica regularmente informes de sostenibilidad verificados externamente y mantiene canales de denuncia interna para combatir el fraude y las malas prácticas.

A nivel global, promueve el cumplimiento de los derechos humanos en su cadena de suministro y realiza auditorías para detectar posibles violaciones. No obstante, ha sido objeto de investigaciones en algunos países por prácticas anticompetitivas o problemas de transparencia en el etiquetado.